Posibilidades y actualidad del sector fueron los ejes de TodoCerdos 2025

El segundo día de la Mega Exposición del Centro Argentino 2025 en la Sociedad Rural de Villa María, tuvo una importante cita en las Jornadas TodoCerdos 2025, donde se exponen novedades, realidades y desafíos del sector.

José Arrieta, presidente de la Cámara de Productores Porcinos de Córdoba, fue quien inició la serie de exposiciones durante la mañana, sobre “La agenda urgente de la cadena porcina”.

“Córdoba es una región estratégica para la producción porcina”, con disponibilidad de alimento a menor costo, entre otras condiciones.

Detalló que si bien se modificó la normativa para acceder a la licencia ambiental, se está pidiendo una mesa única de entrada para agilizar el trámite.

Se creó un manual de buenas prácticas para la producción porcina presentado en la reciente Exporural de Palermo, además de generar una promoción de consumo, programas de promoción y la difusión del día de la porcicultura y la semana de la milanesa de cerdo, también se promueven ensayos de producción y jornadas de capacitación para el sector, pero a la vez el desarrollo de cursos prácticos online y con certificado oficial de la Universidad Nacional de Córdoba.

“Claramente hemos derribado esa barrera que teníamos sobre el cerdo como una carne con mucha grasa, que no se sabía como se criaba. Es una carne económica y que no tiene grasa, por eso tenemos que avanzar sobre el consumo más joven y las pulpas”, explicó.

En cuanto al pago de las guías municipales y las marcas y señales, habló sobre la necesidad de dejar atrás estos costos y tareas que son innecesarias.

En cuanto a la Federación Porcina Argentina, representa al 70 por ciento de la faena nacional, con más de 200 productores incluídos en cámaras provinciales.

Se estiman 350 cerdas productivas, en un podio conformado por Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe, con crecimiento hacia el NOA. La faena crece al 2% anual y la producción 0,6%, con exportaciones muy bajas (a pesar de los 39 mercados abiertos), respecto a las importaciones que vienen creciendo en este año y llevan más de 31 mil toneladas, afectando a la cría nacional no sólo por el negocio, sino porque ingresa carne con uso de hormonas que no son equivalentes al trabajo que se hace en Argentina.

A 2032 hay un plan ambicioso para llegar a 550 mil cerdas, para crecer de 18 a 28 kilos de consumo per cápita anual, que esté acompañado por un plan de financiamiento.

Argentina tiene uno de los mejores estatus sanitarios del mundo, libres de las principales enfermedades que afectan al sector. En cuanto a la enfermedad de Aujeszky, se avanza en el trabajo puntual en base a consenso sobre lineamientos sanitarios.

La baja del IVA del 21 al 10,5% tiene que tener un trabajo complementario de resolución del diferencial de alícuotas, para volver a promover inversiones, mientras que la baja del 5% de retenciones fue bien recibida en la cuenta final de este sector muy dinámico.

Tranqueras adentro, el Med. Vet. Fernando Garófalo, habló sobre “los desafíos sanitarios de la granja”.

Prestar atención al entorno del cerdo, donde hay materia fecal, superficies porosas, ratas, moscas, piel, polvo, óxido, agua no clorada, aire viciado, humedad. Todas estas variables pueden cambiar las condiciones de salud de los animales, por lo tanto, avanzó sobre los sistemas de inmunidad, contemplando las respuestas específicas e inespecíficas, que es lo que hay que abarcar con un detallado plan sanitario, según las necesidades planteadas.

Para entender “El escenario porcino de mediano y largo plazo. ¿Es momento de entrar?”, el Med. Vet. Jorge Brunori, experto del INTA Marcos Juárez inició su exposición contando que en los últimos 15 años y sin ayudas de políticas sectoriales, la faena trepó 160%, por lo tanto se demuestra un potencial y productividad llamativa, a pesar de tener situaciones contradictorias respecto a la importación de carne de cerdo, que si bien tocó un tope en 2011, con vaivenes, que llegan a un promedio de 30 mil toneladas al año, mientras que la producción total anual argentina es superior a las 540 mil toneladas, con lo cual se cubre con carne extranjera (el 90% viene de Brasil) el cinco por ciento del consumo. Al ser irregular el flujo de compras externas, se va afectando de diferente forma al sector internamente.

En promedio se exportaron 14.500 toneladas en los últimos 15 años, lo que demuestra que no hay un mercado exportador concreto, siendo esto sólo el 2,7% de las toneladas producidas totales.

“Este es un año complejo, porque las importaciones crecieron 490%, ya importamos más de lo que entró en 2024, siendo de 7,8% la participación de esta carne en el consumo actual”, explica entre valores de 3.100 dólares la tonelada de importación y 1.200 la de exportación.

De todas maneras el valor del dólar genera una tendencia a la baja de esas compras, sin embargo el sector tiene que seguir demostrando que es competitivo frente al consumo, siendo siempre el mercado interno fundamental.

En 25 años, se pasó de 7,5 a 17,1 kilos de consumo per cápita anual, expandiéndose la realidad 120%. El sector incorporó genética, carnicerías específicas, se difundieron las bondades del producto y se aprovechó la suba de valores de la carne bovina, así se impulsó al sector, siendo siempre la complementación entre vaca, pollo y cerdo lo que estructure al alto consumo nacional.

Es por eso que hay un desafío por delante, de crecer 116% a 2032, para pasar de 786 mil toneladas a 1,7 millones.

“Es urgente que trabajemos en el mercado de exportación”, manifestó, sobre la necesidad de políticas clara y completas en el sector agropecuario, donde también se incluya la lógica de ubicación de granjas porcinas, la ubicación de frigoríficos, que equilibren el negocio, que permitan que los pequeños productores continúen y que se construya un futuro en el negocio, basado en la eficiencia.

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